domingo, 2 de abril de 2017

LA MUERTE, FUENTE DE VIDA

LA MUERTE, FUENTE DE VIDA

En toda esta turbamulta que supone algo tan fuerte como ese gigantesco terremoto producido, como ese peligro tan detrás de las orejas como es una explosión en la central nuclear de Fukushima, a veces se oyen frases que dan que pensar.
Hablando con una señora de edad mediana, me dijo dos frases que durante unos días me han hecho reflexionar.
  • Ha ocurrido lo que podía ocurrir.
  • Ha ocurrido lo que tenía que ocurrir.

¿Intuición, predicción, deseo de esa persona de que ocurriera una desgracia? Dependiendo de las situaciones, se puede penetrar en los arcanos de las frases y pedir a la persona que la ha expresado una explicación. No lo hice. No lo hice, pero a mi manera creo que puedo interpretar lo que ambas frases quieren decir. Y ambas, de alguna manera van implicadas.
Japón salió de la Segunda Guerra Mundial más que herido. Necesidades de desarrollo etc., hicieron al país lanzarse a una carrera energética imprescindible para desarrollarse. Hoy en día se escuchan, parece que las circunstancias han abierto la herida de la frustración, voces que dicen que Japón no debiera haber tomado el camino de la energía atómica.
Pero en un país sin recursos petrolíferos ni otras energías alternativas en ese momento, ¿qué podía hacer? ¿Era obligación, necesidad inevitable? Yo no lo sé, pero ahí está.
Un país con terremotos grandes cada dos por tres. Con tifones anuales, con una tierra quebradiza.... ¿Tan locos estaban los empresarios? ¿Tan grande era la frustración de la guerra que necesitaban a toda costa levantarse por encima de las potencias ganadoras? ¿La superación económica como sutil venganza, como sutil revancha? Todo pudiera ser, y también pudieran ser elucubraciones vanas.
Lo cierto es que el peligro que se intuía ha florecido, ha brotado como cerezo primaveral, y todo queda aún en el aire.
Ciertamente que la tecnología en Japón es de una altísima cualificación, pero la energía atómica es la energía atómica y está por encima de la limitada inteligencia humana, dijo alguien estos días.
Por otra parte, si se dice no a la energía atómica, con los problemas del petróleo, muchos paises, incluso los más desarrollados, caerían en su nivel de vida. Nadie quiere bajar el nivel de vida. Hay que elegir. Se nos ha descubierto que o nivel de vida o peligro implícito de radioactividad.....
Se viene hablando constantemente de que habrá un terremoto en esta o aquella zona de Japón. Japón es inevitablemente un país de terremotos. Podría ocurrir y terminó ocurriendo, lo que sí parece también es que ha rebasado todas las previsiones de los expertos.
A los expertos les ha faltado humildad a la hora de hablar de la tecnología japonesa. Se les subió, tal vez, a la cabeza, el aquello de su trabajo.
Alguien insinuaba que este terremoto pudiera ser un aviso para que a Japón vuelva la humildad, empezando por sus políticos. Son comentarios de los habitantes de este país. Ha ocurrido lo que podía ocurrir, y ha ocurrido lo que tenía que ocurrir.
Esta frase resulta más enigmática, pero creo que podría comprenderse.
Cuando yo llegué a Japón me reventaron la cabeza con el individualismo occidental y el mundo organizado de Japón , en el que se trabaja y todo se hace en grupo y se piensa en los demás.
Ciertamente, nadie, ni individual, ni colectivamente quiere tener una imagen negativa de su país ni de sí mismo. Pero ante ese orgullo de sentirse comunitario, que se me perdone, lo que yo veía era una sociedad arrogante, chulo putas que presumía de una riqueza creada por la generación anterior.
Por tener dinero todo se podía hacer. Es lo que yo viví en los años 80. Y vino el tío Paco con la rebaja. En los años 90 esa economía de la burbuja que invadió el mundo explotó en las narices de los orgullosos políticos, de los orgullosos hombres de negocios.
Durante más de quince, veinte años, ya son más 30.000 los suicidios que se producen anualmente. Mirando los rostros de los mayores, de los jóvenes ¿ubi sunt?, ¿dónde está el orgullo de aquellos años? Era todo una espuma producida por la economía?
De alguna manera era algo que tenía que producirse. Es una frase que puede recoger ese sentimiento.
Durante los días que van desde que se produjo el terremoto se han escuchado voces como : lo único que deseo es que mis padres, hermanos...., estén con vida, lo demás no importa.
La muerte como deseo de vida. Pudiera ocurrir que se produjera un fenómeno curioso,que este año bajase el número de suicidios. Cuando se acerca el peligro, el deseo animal de vivir aumenta en proporciones increibles. Al parecer, después de la Guerra Mundial, no había tantos suicidios.
Si la muerte ha llamado a la puerta puede servir de acicate para querer vivir. Bienvenida sea.
Hubiera sido mejor que no se hubiera producido tal fenómeno, pero a veces el ser humano necesita un golpe fuerte, una bofetada fuerte para darse cuenta de lo que está haciendo, de que está haciendo las cosas mal.
Más de una voz de sorpresa se ha escuchado ante la reacción producida por parte del pueblo. A pesar de que parecía destruida, esa sensibilidad de unión comunitaria, esta desgracia puede ayudar a resucitar, a desenterrar lo que parecía muerto.
Bienvenida sea esa muerte que da vida. Y que esta tragedia se sienta como una tragedia universal, porque a pesar de las apariencias diferentes, el ser humano es igual en todos sitios, en sus cosas grandes y en sus grandes defectos.

20 marzo 2011

Antonio Duque Lara 

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