jueves, 2 de julio de 2015

BAKUNIN, HESSE, F. NIETZSCHE Y LA EDUCACION


BAKUNIN, HESSE, F. NIETZSCHE
Y LA EDUCACION

        Las líneas que siguen tienen como base una experiencia personal, pero en ningún momento, creo, se dejan de ver en ellas una proyección mucho más amplia, tanto que incluye a toda la sociedad universal. El problema es, en pocas palabras, el de la EDUCACION,en términos restringidos, y el de la relación EDUCACION-ESTADO, en términos más amplios.
        El hecho es que unos amigos que dirigen una revista en Granada me pidieron preparar una charla-coloquio sobre un tema muy concreto: “La lengua, la literatura y los valores que proponen”.
        El hecho de ser Licenciado en Filosofía y Letras, concretamente en Filología, de alguna manera, te permite estar un poco preparado en la materia. Lógamente , me hizo mucha ilusión por varias razones:
        1.- Estaba recién salido del servicio militar y esto me permitía tomar contacto, de nuevo, con una materia que me gusta.
       2.- Al mismo tiempo me servía de base para preparar algunos temas de oposiciones.
        3.- Por segunda vez iba a ponerme a desarrollar delante de un público una serie de ideas.

        Esta serie de razones y otras más, el orden no importa, eran motivo de alegría, pero esas mismas razones, en otro sentido , son motivo de reflexión profunda sobre lo que significa hoy la educación.
        El primer problema que se me planteó fue el de ser o no ser original: datos, fechas etc., erudición, en definitiva. Y llegado a este punto empiezo a ver claro algo que sin duda es espantoso. Exponer ideas propias o simple lanzamiento de datos recibidos, sin orden ni concierto, durante la época universitaria. Aunque tenía mis propias ideas, éstas se enfrentaban a la tendencia general de la época.
        Escuchemos lo que nos dice Bakunin:
        “Sobre mil hombres, apenas se encontrará uno del que se puede decir, desde un punto de vista absoluto, sino solamente relativo, que quiere
y piensa por si mismo. La inmensa mayoría de los indiviudos humanos, no solamente entre las masas ignorantes, sino también entre las clases privilegiadas, no quieren y no piensan más que lo que todo el mundo quiere y piensa a su alrededor; creen sin duda querer y pensar por si mismos, pero no hacen más que reproducir servilmente, militarmente, con modificaciones por completo imperceptibles y nulas, los pensamientos y voluntades ajenas. Ese servilismo, esa rutina, fuentes inagotables de la trivialidad, esa ausencia de rebelión en la voluntad de iniciativa, en el pensamiento de los individuos, son las causas principales de la lentitud del desenvolvimiento histórico de la humanidad.....”  (1)

        Efectivamente, estaba descubriendo, de una forma práctica, una gran contradicción: por mucho que pudiera saber, no estaba sirviendo más que a una idea emanada de unas oscuras, en principio, esferas que van dirigiendo mi vida y la de otros.
        Al mismo tiempo, relacionaba este problema con otras esferas de mi vida personal que , creo, tienen proyección social.
        Había terminado el servicio militar, durante ese tiempo pensé más de una vez en esa tópica frase que dice que el servicio militar te hace un hombre.
        Pensando en lo que sentía en ese aspecto y relacionándolo con el sentido de los ritos de iniciación de algunas culturas, llegué a la conclusión de que el servicio militar no era sino la culminación de un sistema educativo iniciado en la escuela, seguido en la familia, con unas formas peculiares de transmisión ideológica y terminado con esos meses que estás en el cuartel.
        Una anécdota al respecto: un chico voluntario, 17 años, me decía cierto día: “Yo no encuentro mucha diferencia entre esto y la escuela”(Llevábamos un mes en el cuartel)
        Esa idea, en principio un poco extraña, se vio corroborada cuando leía este texto de Herman Hesse:
        “El hombre, tal como le crea la naturaleza, es algo desconcertante, opaco y peligroso. Es un torrente que se despeña desde un monte desconocido, y una selva sin camino y sin ley. Y así como una selva tiene que ser aclarada y limpiada y reducida por la fuerza, el colegio tiene que romper, vencer y reducir por la fuerza al hombre natural; su misión es convertirle, según los principios que acepta la autoridad, en un miembro útil de la sociedad, y despertar en él las cualidades cuyo desarrollo tendrá que coronar y terminar la cuidadosa disciplina del cuartel” (2)
        Hoy por hoy la educación recibida en las escuelas, añadiendo en este momento que reescribo el texto, yo la llamaría instrucción, no educación, es programada por el Estado, o bien por las instituciones religiosas, por la Iglesia, pero a nadie se le escapa la relación Iglesia-Estado, aunque últimamente parezca que se ha debilitado. Tampoco se nos escapa la relación  Estado-Ejército, aunque no haya ya servicio militar obligatorio.
        Terminado el servicio militar tenía que ganarme el pan, en principio haciendo uso de mis estudios universitarios (Hoy, 2013, ni dos ni tres carreras universitarias sirven a tal efecto).
        Un conflicto importante que surge es el hecho de tener que competir en unas oposiciones para poder tener trabajo, ( el paro y sus derivados). Dejando a un lado esa ley de la competencia, impuesta por el Estado, cabe preguntarse:¿Que pretende el Estado con su sistema educativo? ¿Qué tipo de cultura importa y hacia dónde nos dirige?
        La cita siguiente es larga, pero no me resisto a transcribirla entera. Es del filósofo F. Nietzsche, sacada de una conferencia pronunciada en 1872:
        “En el momento actual nuestras escuelas están dominadas por dos corrientes aparentemente contrarias, pero de acción igualmente destructiva y cuyos resultados confluyen , en definitiva, por un lado la tendencia a ampliar y difundir lo más posible la cultura, y, por otro, la tendencia a restringir a restringir y debilitar la misma cultura. Por diversas razones, la cultura debe extenderse al círculo más amplio posible: esto es lo que exige la primera tendencia. En cambio la segunda exige a la propia cultura que abandone sus pretensiones más altas, más nobles y más sublimes, y se ponga al servicio de otra vida cualquiera, por ejemplo el Estado.
        Creo haber notado de dónde procede con mayor claridad la exhortación a extender y difundir lo más posible la cultura. Esa extensión va contenida en los dogmas preferidos de la economía política de esta nuestra
época. Conocimiento y cultura en la mayor cantidad posible, producción y necesidades en la mayor cantidad posible, felicidad en la mayor cantidad posible: esa es la fórmula poco más o menos. En este caso vemos que el objetivo último de la cultura es la utilidad, o, más concretamente, la ganancia, un beneficio en dinero que sea el mayor posible,
        Tomando como base esta tendencia, habría que definir la cultura como la habilidad con que se mantiene uno “ a la altura de nuestro tiempo”, con que se conocen todos los caminos que permiten enriquecerse del modo más fácil, con que se dominan todos los medios útiles al comercio entre los hombres y entre pueblos. Por eso, el auténtico problema de la cultura consistiría en educar a cuantos más hombres “corrientes” posibles en el sentido en que se llama “corriente” a una moneda. Cuanto más numerosos sean esos dichos hombres corrientes, tanto más feliz será un pueblo. Y el fin de las escuelas modernas deberá ser precisamente ese: hacer progresar a cada individuo en la medida en que la naturaleza le permite llegar a ser “corriente”, desarrollar a todos los individuos de tal modo, que a partir de sus cantidad de conocimiento y de saber obtengan la mayor cantidad posible de felicidad y de ganancia...
        A partir de la moral aquí triunfante, se necesita, indudablemente algo opuesto, es decir, una cultura rápida que capacite a los individuos deprisa para ganar dinero.... muchísimo dinero” (3)

        Los tres autores citados nos dan la medida de lo que hoy significa la cultura del Estado, y de tal manera, que, en lugar de remitir, cada vez es más intensa. Resumiendo, la cultura del Estado:
        1.- Hace reproducir al hombre los esquemas y las ideas oficiales, sin opción a la libre opinión.
        2.-Esas ideas tienen la fuerte impronta del autoritarismo, corolada por la educación militarista y religiosa.
        3.- La cultura sólo se percibe, consciente o inconscientemente como una forma de relevancia social, de medio para acumular ganancias etc.

        Ante tal situación , agravada cada día más, cabe preguntarse, ¿puede servir la educación , la escuela, la cultura , en sentido amplio, como medio de la liberación del hombre? Ese es nuestro reto.

Postdata.- Esto, con insignificantes supresiones o añadidos, escribía yo en 1980, creo recordar. En 1982 me vine a Japón. Lo tremendo fue que este tema me lo encontré de sopetón desde el primer día en este país.

Notas.- 1.- M. Bakunin: “Dios y el Estado”  Biblioteca Júcar de Política nº 24  Barcelona 1978  pg. 146
         2.- Herman Hesse: “Bajo las ruedas”, Alianza Editorial nº 95  Madrid 1980  pg. 48

        3.- F. Nietzsche : “Sobre el porvenir de nuestras escuelas”, Colección marginales   Tusquets Editor   nº54  pg 58-59




LA EDUCACION EN JAPON HOY
(OPINIONES)

        Si bien el término Educación, en su origen, es posible que estuviera carente de contenidos ideológicos de partido o secta, que careciera de muchos adyacentes de los que hoy goza, lo cierto es que en nuestros días es un término que trae de cabeza a mucha gente, porque el término en sí, ¿qué significa?
        Hoy la Educación se carga de problemas, de ideología, de partidismo, de berrinches locos y unos gastos exorbitantes, pero es hoy, quizás, cuando todo el mundo estás más perdido en cuanto a lo que debiera ser la Educación.
        En Japón, por supuesto, el problema trae de cabeza a gobernantes y gobernados, levantándose polémicas que adquieren el mayor interés. Pero como nosotros no vamos a poderlo solucionar de un plumazo, no vamos a dar soluciones, que posiblemente serían parches y nos limitaremos a hacer algo mucho más al alcance de la mano, preguntar a dos jóvenes japoneses sobre eso que todo el mundo llama Educación, y preguntarles qué pasa con el tema en Japón.
        La entrevista está grabada en una clase de español en la que teníamos por tema la Educación. Previamente leimos un texto inédito que escribí hace tiempo, titulado: “Bakunin, Hermann Hesse, Nietzche y la Educación”.

        A.- La primera pregunta que os haría...sería, bueno, ¿qué opinais sobre el texto, en general?
        I.- Sobre el primer punto, “No originalidad”: “Los hombres no tienen originalidad”. En Japón existe el mismo problema. Para entrar en la Universidad, los estudiantes de Instituto tienen que estudiar mucho. En mi caso, que quise entrar en una Universidad Nacional, tuve que estudiar demasiadas cosas, una gran cantidad de materias: Historia, Química etc..., así que no tuve, no tenía tiempo suficiente para desarrollar mi pensamiento. Es por eso que, al principio de mi vida estudiantil, no encontré lo que yo quería hacer, lo que para mí era mi sueño, no sabía lo que era. Y sólo después de salir de la Universidad y entrar en la Escuela para Graduados pude encontrar lo que para mí es mi vocación, mi oficio: El estudio de la Música Folklórica. Es posible que esto le ocurra a todos...
        A.- Muy bien, bueno, muy mal que ocurra eso, pero, en fin, ocurrió. Y tú, ¿qué opinion te merece, en general, el texto?
        Y.- Me gustaría señalar una diferencia entre Japón y España. Creo que en España la Iglesia es una fuerza poderosa, y es por eso que la Educación está dominada por la Iglesia en buena parte, pero en Japón la Iglesia no existe en realidad, y el Budismo no ha intervenido mucho en la Educación, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. En su lugar el Estado ha dominado la Educación de los japoneses. Estamos libres de la cuestión religiosa, pero el Estado domina fuertemente la Educación, sobre todo últimamente, porque ahora en Japón existe un problema, los textos. Ya que la Historia escrita por historiadores liberales está prohibida como texto oficial para la Escuela. Por el contrario, los textos escritos por historiadoses de tinte conservador-derechista, son aceptados por parte del Gobierno.
        I.- Los artículos escritos por los historiadores muy liberales son deformados...
        Y.- ... Y el contenido tiene que cambiarse.
        A.- Sinceramente yo no entendí muy bien el problema de los textos de Historia con respecto a China. Había algunas palabras... No recuerdo muy bien como era exactamente... Había “ataque” o “invasión”...
        I.- ¡Invasión!
        A.- Era cambiar estas palabras, ¿no?. Porque si se decía una palabra tenía un significado, y si se decía otra... los japoneses, como pueblo,quedaban muy mal, y el Estado no quería aceptar esa situación que, históricamente, parece fue invasión, ¿no? Porque hicieron tantas cosas malas como hicieron otras gentes cuando vinieron aquí. O sea, desgraciadamente, cuando hay una guerra, hay cosas buenas y malas y los japoneses actuaron igual. Por ejemplo, el último problema que he visto en el periódico: “ Los japoneses utilizaron gas de ... no se qué”
        I.- Sí, eso ha salido. La cuestión del gas...
        A.- Bueno, pues eso es algo horrible, una cosa tan horrible como lo que hicieron los americanos lanzando la Bomba Atómica. El problema no es que ocurriera eso, el problema es la Guerra. Entonces vamos por ahí: una educación militarista. Yo no sé como está en Japón esta cuestión. Me parece que todavía en el mundo existe una educación fuertemente militarista, aunque no sea dicho directamente....
        Y.- ... escrita...
        A.- Eso, escrita , sugerida. ¿Qué opinais sobre el asunto en el caso de Japón? ¿La educación ahora en Japón tiene algo de contenido militarista?
        I.- ¿La educación en Japón?
        Y.- ¿Ahora?
        A.- ¡Ahora!
        I.- Va aumentando el color militarista porque también va aumentando el Gasto en Defensa Nacional, y en el área de la Educación va cambiando la valoración de la posición de Japón en la Segunda Guerra Mundial. Son cosas que van relacionadas.
        Y.- Hace poco leí en un periódico una encuesta pública sobre la guerra, y la mayoría decía que el Ejército Nacional es todavía muy pequeño.
        I.- Quieren que el Ejército aumente.
        Y.- No, no es eso. La mayoría quiere que el ejército se mantenga pequeño, y sólo muy poca gente desea que aumente.
        A.- Muy bien, hemos hablado un poco sobre la cuestión militarista y tal. Tal vez ahora mismo no hay una conciencia clara sobre la guerra. Tal vez existe una situación confusa. El desastre debió de ser muy grande y... el deseo de olvidar también es grande, ¿no? Pero por otra parte también hay mezcladas muchas ideas... En fin, que parece que no está muy claro. Dejando aparte esta cuestión, la primera pregunta debería haber sido, ¿cuál es vuestra opinión personal? ¿Cómo definiríais la Educación? O sea, ¿qué es o qué debería ser la Educación?
        I.- ¿Educación verdadera para mí?
        A.- Sí, tu opinión sobre la Educación. Si vemos la palabra escrita: KYOIKU, o sea, enseñar y criar. Enseñar para que esa enseñanza crezca, me parece que sería el sentido literal del Kanji. En español, por ejemplo, significa Cultivo y Dirección. Lo mismo que se cultiva la tierra u otra cosa, es una preparación para ir haciendo frente a los problemas de la vida, una preparación, yo diría espiritual. Entonces en japonés me parece que en cierta manera es igual al significado del Kanji, pero la realidad en Japón y en España es otra... El significado de la palabra y el real me parecen distintos. Bien, entonces, ¿cuál es vuestra definición de Educación?
        I.- Dar unas bases para el desarrollo personal del pensamiento. No dar las cosas demasiado mascadas. Es necesario dar a un niño las cosas y las normas necesarias para vivir, pero conforme se crece en edad es necesario que el individuo encuentre su propio sistema de valores y que se enfrente a la realidad que le rodea.
        A.- ¿Tú cómo lo definirías? ¿Igual, de otra forma, añadiendo algo a lo que él ha dicho?
        Y.- Su opinión y la mía son iguales en su mayor parte. Yo creo que la Educación consiste en sacar el propio talento del niño. Por ejemplo, si un niño quiere practicar piano, debemos permitirle practicar piano, y si otro niño quiere practicar otra cosa, pues dejarlo practicar lo que a él le guste. La Educación no debe imponer a los niños. En la Escuela hay muchas materias. Un niño quiere Historia, otro quiere otra cosa... Todos los niños no son iguales, son distintos, y debemos dejarles tiempo para desarrollar sus propias habilidades.
        A.- Más o menos, dicho de distinta forma, la idea viene a ser la misma y me parece que yo no podría decir mucho más. En última instancia, recogerlo todo y decir que debería salir de las propias inclinaciones del niño, que no es imponer, sino dirigir, y que no es decir: “Hay que hacer esto”, sino más bien preguntar, “¿Por qué haces eso? ¿Por qué quieres hacer eso?” Es una conversación contínua, porque puede ocurrir que el niño enseñe a los mayores. Normalmente en todos sitios se piensda que los niños no saben nada, que la mente la tienen en blanco...
        I.- Porque los adultos saben mucho, piensan que los niños no saben nada, esa es la cosa...
        A.- Exactamente. Entonces es una “conversación contínua con...” Yo, por ejemplo, estoy enseñando español. Bien, eres español, sabes español. No, enseñando español, aprendo español, porque lo mismo que vosotros si os poneis a enseñar japonés, aprendeis japonés. Hasta ahora habeis utilizado japonés, pero ¿por qué lo utilizais de esta o aquella forma?, ¿cuál es la razón de usar tal o cual frase?. No lo habeis pensado, lo mismo que yo no he pensado sobre el español. Eso, para mí, también es Educación. Es una conversación contínua con la ..., y ese es el cultivo, no la imposición desde arriba. Por ejemplo, en un lugar de piedras no se puede plantar nada, por mucho que quieras. Depende de los sitios, así hay que plantar. Lo mismo que si un niño no quiere aprender o no tiene capacidad para el piano, no se debe obligar a tocar el piano. Yo creo que ese es el error de la Educación actual. En Japón se ve de una forma especial el problema, pero en casi todos sitios es lo mismo.
        Bien, esa es la definición de Educación. Vamos a hablar ahora de los tipos de Educación en Japón.
        I.- ¿Cuántos tipos hay? ¡Ah...!
        A.- Yo diría que por lo menos hay tres tipos: Escuela, Familia, Trabajo. No sé si me equivoco. Tienen puntos en común, pero también tienen puntos diferentes. Bien, vamos a hablar de esos tres tipos de Educación. Primero, ¿cómo es la Educación en la Escuela? ¿Qué es lo que se hace? ¿Cuál es el sistema educativo, en general?
        Y.- Yo creo que en Japón, actualmente,hay cuatro tipos...
        A.- ¿Cuatro? ¿Cuál es el otro?
        Y.- Fuera de la Escuela existe el Yuku...
        A.- Ah, entiendo...
        I.-  Escuela Privada...
        Y.- Yuku es una escuela de otro tipo, porque los niños no trabajan en la Escuela, no estudian seriamente; en cambio, después de la Escuela van al Yuku y estudian mucho. El sistema de la Escuela Pública ahora es sólo formal, el contenido es inexitente...
         I.- Bueno, no es tanto; más o menos, eh...
        A.- Bien, un tema como es el de la Educación, que trae de cabeza al Sr. Primer Ministro, pues... En una hora no podemos definirlo todo en su más recóndito significado, así que hay que hacerlo por sus rasgos generales..., y en general el contenido..., por favor, sigue...
        Y.- Para mantener la Escuela Pública se necesita mucho dinero, y el Gobierno quiere reducir el presupuesto de la Escuela Publica para ir cambiándola por Yuku.
        A.- ¿Sí?
        Y.- Hace unos días lo leí en el periódico donde lo dijo así un profesor de la Universidad de Tokyo, una pieza importante del Gobierno actual.
        A.- Entiendo más o menos, pero no entiendo todavía muy bien cuál es la diferencia entre Yuku y Escuela Nacional. ¿Qué es el Yuku? ¿Para qué está?
        I.- Existe una situación terrible de competencia para entrar en las Universidades famosas, y es por eso que los niños aún cuando son muy ricos, dos o tres años, van al Yuku para poder entrar en una buena Escuela Primaria, para poder entrar en una buena Escuela Secundaria, para poder entrar en un buen Instituto, para poder entrar en una buena Universidad y para poder entrar en una buena Empresa.
        A.- Entonces quiere decir que la Educación del niño no es nada Tanoshí, porque va sólo dirigida a conseguir un buen trabajo.
        I.- Sí, sí, más o menos...
        A.- No es una forma divertida de estudiar. Es una meta ya fijada desde niño.
        I.- Sí, no hay otro camino. Y es por eso que como en la Escuela no se puede aprender suficiente, para poder entrar en una buena Universidad, lo único que pueden hacer es estudiar mucho fuera de la Escuela.
        A.- Es horrible, porque es un gasto doble...Ah, bueno, en el Sistema Educativo japonés supongo que hay privado y público. Pongamos, por ejemplo, hasta antes de la entrada en la Universidad ¿cómo está esto?
        I.- No, no es eso. El Yuku es otra cosa.
        A.- Eso ya entiendo que es privado. Me refiero a la Escuela Oficial. A “El Sistema Obligatorio de Educación”. ¿Cuál es más fuerte el privado o el público?
         I.- ¿Tú ibas a la Escuela Privada?
        Y.- No, a la Pública . ¿Y tú?
         I.- Pública.
        A.- ¿Cuesta dinero?
         I.- Sí, pero muy poco.
        Y.- ¿En la Escuela Privada se necesita mucho dinero?
         I.-En las grandes ciudades hay muchas Escuelas Privadas famosas, pero en el campo, en otros lugares, el mayor número es de Escuelas Públicas.
        A.- Bien. últimamente yo he visto que existen problemas entre los profesores y los niños. ¿Por qué hay violencia en la Escuela?
        I.- Hay una serie de factores interrelacionados. Antes de la 2ª Guerra Mundial, los niños fueron educados dentro del sistema familiar, más que en la Escuela. Pero después de la Guerra y según se ha ido desarrollando la economía japonesa, los padres y también las madres han tenido que trabajar. Para el rápido desarrollo económico de Japón ha sido necesario que los padres trabajen más horas, por eso los niños no tienen una imagen de aprender comportamiento, ya que están solos en la familia. Por eso las madres dicen que es en el colegio donde se les debe enseñar comportamiento, pero eso no se puede hacer porque los chicos sólo están unas horas en la Escuela.
        A.- ¡Vaya contradicción! ¿No?
          I.- Sí, es una gran contradicción.
        A.- Sinceramente, creo que no es sólo en Japón; creo que el problema, aunque en menor escala, también existe en España. Yo he oido a veces decir: “¿Eso es lo que te enseñan en la Escuela?” No queriendo decir materia o cantidad de materia, sino queriendo decir formas de comportamiento.
        I.- Eso es una cosa. Yo tengo una tía que es Directora de una Escuela Primaria en Sendai, y me dijo que los profesores actuales no tienen gran confianza en sí mismos para enseñar, y cuando termínan las clases vuelven a casa tan pronto como pueden. Por eso los estudiantes no les tienen respeto.
A.- Bien, ¿tú puedes añadir alguna cosa más?
       Y.- En principio, en la Escuela hay dos finalidades: una es conocer y estudiar muchas cosas, otra es vivir con otros niños en comunidad. Pero la primera domina sobre la segunda. El vivir con otras personas se ignora. Por eso los niños que no pueden o no quieren estudiar mucho son ignorados por el profesor, los maestros y los otros niños. Es por eso que se enfadan mucho contra el sistema mismo de la escuela y salta la violencia.
A.- Entonces yo diría que es un problema de integración social, o sea, meterse dentro del sistema comunitario en la Escuela, porque además... Pienso que es una cuestión humana ¿no? Porque el ser humano vive normalmente en sociedad, pero en este caso, en el caso de Japón existe la imagen de que todo el mundo va junto, es muy sociable. Es mucho más fuerte entonces, mucho más peligroso, porque hay otros paises donde la gente es sociable, pero, en fin, el individuo es más individual. Pero existe la imagen del japonés siempre trabajando en grupo. Bueno o malo, no sé, tiene sus ventajas y sus desventajas posiblemente. Entonces si un niño quiere pero no alcanza en cuestión de materia y espiritualmente se le olvida, es un choque terrible ¿no? La cuestión está en la competencia, la sociedad competitiva que se ha creado, tal vez. Que no es exclusiva de Japón, repito, porque por aquí, como yo había escrito: “Tener que enfrentarse con unas oposiciones para entrar en un trabajo...” En el fondo es igual. El problema es de cantidad de enfermedad, de tener un cáncer pequeñito o un cáncer que pille todo el cuerpo.
        A.-Bien, hemos hablado de Educación en la Escuela. Vamos a hablar de la Familia. ¿Cómo está hoy en día la Educación en la familia?
Y.- Mucha gente dice que la autoridad de los padres se está perdiendo poco a poco...
I.- Es una cuestión ambivalente. La autoridad paternal tiene dos caras. Una buena y otra mala. La buena, los padres ordenan y los niños aprenden que hay que respetar a los mayores. Pero por otra parte, los padres ordenan todo al niño y esto no es bueno. Lo malo es que la autoridad del padre se está perdiendo cada vez más y los niños no pueden coger la parte buena. Ese es el problema.
        A.- ¿Y la autoridad de las madres?
        Y.- Creo que las propias madres deberían ser corregidas.
        A.- ¿Por qué?
        Y.- Cuando, por ejemplo, estoy en el tren y hay un espacio libre a mi lado, muchas veces se sienta un niño cuyos zapatos me tocan. Su madre lo mira, pero no dice nada, lo ignora, se hace la desentendida de lo que está ocurriendo.
        A.- En definitiva, lo que está haciendo es no enseñar las normas básicas de comportamiento.
        Y.- Creo que las madres de más edad podrían regañar en estas situaciones.
        A.- Bien, ya no tenemos mucho tiempo. El tema es muy largo, muy complejo. Aún tendríamos que hablar de muchas cosas. Quizás otro día podríamos seguir de otra forma. Es un tema que siempre queda en el aire. En fín, muchas gracias por vuestra colaboración.
        Y-I.- Muchas gracias a ti.


                              

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